1.000 euros de solidaridad, en la puerta del colegio

Gracias, gracias y gracias por vuestro dinero, han sido 1.000 euros en una semana, para una causa justa. En la puerta del colegio, os hemos regalado bolsas, calcetines con gotas de lluvia, camisetas solidarias, vasos de bambú, botellas de agua ecológicas, tarjeteros, abanicos… a cambio de vuestros generosos donativos para los proyectos de Manos Unidas.

Atender al Tercer Mundo, pensar en su dignidad y respetos robados, es nuestro trabajo en estos días de Campaña de Iglesia. Manos Unidas, en su LXI campaña, nos ha concienciado del cuidado de la Tierra, de la Casa Común, y nos ha hecho pensar que los más perjudicados del desastre medioambiental, no éramos nosotros. Por respeto al Creador, por respeto a las personas creadas, y por respeto a la Casa de todos, hay que ponerse a trabajar. Hemos hablado en las clases, hemos rezado juntos, y hemos unido nuestras manos para concienciar.

“Cabubú Cachi” era la palabra pronunciada por la embajadora de Mali, para señalar la importancia de la lluvia. La palabra significa hacer llorar (cachi) a la Tierra (Cabubú), o pedir lluvia para cultivar los alimentos. Los tomates, las lechugas, las verduras, necesitan de este lloro para traer la vida. Concienciados de la importancia del agua, y la necesidad de buenas cosechas, pozos, de los ríos limpios… Manos Unidas trabaja junto a los que más sufren en el planeta. Desgraciadamente 821 millones de personas viven en la miseria, y nuestra obligación es la de estar junto a estos hermanos, desposeídos de su dignidad de Hijos de Dios y empobrecidos por la falta de humanidad. 

Gracias, gracias y gracias a todos los que habéis sentido la solidaridad en el corazón, en esta semana de campaña contra los muchos tipos de hambre que sufre el Tercer Mundo.